El periodo comprendido entre los 0 y los 3 años son años de oro, un período crítico y sensible a las experiencias que los niños/as tengan del entorno que los rodea. Y los único responsables de potenciar y crear experiencias positivas son los adultos que están a su alrededor: mamá, papá, cuidadores principales.
Nos propusimos potenciar el desarrollo de los peques pero poniendo el foco en los padres, así nacieron las Escuelas Dignamente.
La condición en la que se encuentran los adultos responsables del cuidado de los niños y niñas son determinantes tanto para su estado de salud, crecimiento y desarrollo intelectual, afectivo y social de estos pequeños/as.
Se llaman experiencias adversas en la infancia como el maltrato físico o psicológico, la malnutrición, negligencia u otras que traen consecuencias de por vida en los niños y niñas. Esto afecta a las infancias en todas las líneas socioeconómicas pero pone en mayor riesgo a aquellas que viven en condiciones de pobreza.
Cuando las respuestas de los adultos ante estas situaciones no son confiables, son inapropiadas o simplemente están ausentes, las infancias que están a cargo del cuidado de estos se encuentran en riesgo.
¿Cómo? Educando a familias para un mejor cuidado de aquellas infancias que están en riesgo ¡En ese camino estamos!
En Dignamente educamos a mamás y papás que tienen infancias en riesgo.
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